lunes, 15 de julio de 2013

LA CORRUPCION



por Ricardo D Díaz


   En la historia de la humanidad siempre hubo corrupción. Ya mil setecientos años antes de Cristo, el código de Hammurabi, en Babilonia, preveía duras penas para los casos de corrupción en los mandatarios oficiales. En la antigua China, en el sultanato turco, y en el ya decadente Imperio Romano de occidente, hubo corrupción. Y si continuamos con algunos ejemplos vemos que, en el mismo grupo de apóstoles, según el Evangelio, tenemos un caso: Judas es “sobornado” para que entregue a su Maestro. Pero éste discípulos se diferencia muchísimo de los actuales corruptos, toda vez que, caído en la cuenta que había traicionado a Jesús por unas cuantas monedas, su conciencia no lo dejó tranquilo y lo llevó a auto-castigarse trágicamente; en cambio… ¿Cómo reacciona un corrupto actual?.

   Más recientemente tenemos cientos de casos de grave corrupción, tanto a nivel internacional como a nivel nacional, como por ejemplo el caso de altos funcionarios argentinos vendiendo armas clandestinamente a países vecinos en pugna. Bastante conocido es, además, la cuestión de la sobrefacturación en la ejecución de obras públicas, aquello que se popularizó como “la mordidita”, ó la “cometa”, todo lo cual posibilitó que a los funcionarios públicos se les conozca con el apelativo de “celulares”, porque siempre hay que ponerles un 15 adelante.

   Pero, a esta altura del presente artículo, y después de haber señalado que es una cuestión que viene desde lejos en el tiempo, cabe una pregunta fundamental: ¿se puede combatir la corrupción -  sobre todo si pensamos que no es sólo a nivel oficial ó estatal, sino que también abarca el ámbito privado?

   La respuesta parece ser que es difícil combatir tan ancestral mal, al que San Agustín definió como “todo lo que es contrario a la naturaleza”. “…el mal es lo que ataca a la esencia de un ser, lo que tiende a hacer que no exista más”. “Yo sé que hay entre vosotros quienes no pueden en absoluto comprender estas verdades; conozco a otros, por el contrario, que, debido a su buen ingenio, las entreven, pero, sin embargo, siguen las inspiraciones de su mala voluntad, que les ciega y hace perder el juicio; y la emplean más bien en proponer objeciones contra ellos, con el mal fin de seducir con facilidad a los torpes y débiles” (De las costumbres de los maniqueos; libro II, Cáp. II, 324/25/26)

   Y esto, no deja de ser un gran problema, porque ¿cómo se lucha contra este flagelo tan arraigado en el Poder de los gobiernos de turno y de las empresas tanto nacionales como las multinacionales?

   El caso que  experimenté personalmente, si se me permite comentarlo, fue el de una cooperativa de crédito en la cual trabajé en mi no muy lejana juventud. La misma fue sorpresivamente inspeccionada por el Banco Central, sin poder dar respuesta a una gran irregularidad llevada a cabo por los propios directivos de dicha cooperativa, pero ¿qué fue lo que sucedió al poco tiempo de esta intervención? A esa primera inspección del BCRA hubo de mandarle otra inspección, porque los anteriores habían caído seducidos por tan hábiles cooperativistas; el más experto dibujante era, obviamente, el contador.

  Por eso considero, a primera vista, que no habría combate posible para este histórico problema llamado corrupción. Algunos arriesgan una posible solución, que sería ideal, y es considerar esto como un problema cultural, por lo tanto se soluciona a largo plazo, con la educación desde la primaria, y principalmente desde la familia, de nuestro chicos, futuros dirigentes y empleados públicos… y privados, pero con una educación de  una moral sin atenuantes. Aún así, ¿se terminará con tan grave problema?

   Creo que es justo y necesario señalar que la corrupción también invadió l a Santa Iglesia Católica,  milenaria institución que, de no estar asistida por el Espíritu Santo, en cumplimiento de lo prometido por Nuestro Señor, ya  no existiría hace bastante tiempo.

   En este caso no creo que la solución sea a la manera de Lutero: peguemos el portazo, pateemos el tablero, ó dicho también popularmente, barajemos y demos de vuelta. No, no es esa la actitud que corresponde, sí, en cambio, considero que podría ser la actitud de San Francisco de Asís, que fue la de reconstruir la Iglesia, no materialmente, sino espiritualmente.

   Pero, ¿estamos dispuestos a tomar esta actitud de vida?  “Buscad primero el reino de Dios y lo demás se os dará por añadidura” dijo nuestro Señor Jesucristo. Y. además, otra actitud sería aquella que está bien fijada en otro conocido consejo: “A Dios rogando y con el mazo dando”.

   Otro tipo de solución no veo a este gran mal de la corrupción generalizada. Se que hay propuestas de personas muy honestas que quisieran tomar el poder por la fuerza, como tantas veces sucedió en nuestra querida patria y últimamente en Egipto, pero ¿y cuál es la garantía? ¿Quién garantiza que los que toman el poder de esta manera no caigan, a su vez, como aquella inspección del BCRA a la que me referí más arriba, en otra corrupción igual o peor?  Son preguntas que me hago, tal vez esté equivocado y, sí sea esta la solución.
  
   En fin, Dios dirá, y eso espero: que diga, y no que baje el brazo de su divina justicia. Sobre todo porque seríamos lo más condenados, toda vez que las estadísticas internacionales arrojan que Argentina está entre los primero puestos de los países más corruptos del mundo. Triste y lamentable. Pero no perdamos la esperanza, después de la noche viene el día, la aurora, el alba luminoso como el sol, que sólo Dios nos puede regalar como tantas cosas nos ha regalado ya, y que algunos ignoran, pero otros agradecen. Creo que Él es el único que puede solucionar el problema de la corrupción, lo cual no significa que nosotros debamos quedarnos de brazos cruzados, tenemos que colaborar, pero en definitiva, sólo el Señor, que es el Camino, la Verdad y la Vida, va a terminar con este gravísimo y universal mal. El Señor se apiade de nosotros y del mundo entero.

CAPITALES ARGENTINOS SE MUDARÍAN A SUIZA PARA EVITAR PERSECUCIONES DE LA AFIP




Nota en base a un artículo de IProfesional
En el marco del blanqueo, Empresarios y ejecutivos piensan esconder el dinero que tienen en el exterior no declarado ante la AFIP, ante el temor a que este organismo extienda los acuerdos de colaboración con los países para ajustar el cerco contra la evasión.
La Argentina tiene convenios con Uruguay, España, y también con EEUU en tanto lo decida el Congreso, por los cuales se intercambia información con la AFIP.
Algunos piensan llevar el dinero a Suiza, porque se ha mostrado renuente a ofrecer datos, y además no tiene acuerdos con naciones latinoamericanas. Estados Unidos ya no parece un país seguro para ello.
La AFIP lleva a cabo un intercambio de información con otros Estados para detectar casos de evasión y elusión fiscal. La amenaza es el instrumento elegido para que los empresarios piensen en blanquear su dinero. Según datos del organismo, hasta el momento se detectaron 1.512 personas físicas de nacionalidad argentina, con activos en el exterior tanto declarados como no declarados.
Del total de activos, el 50% se concentra en Panamá, 40% en Estados Unidos, aproximadamente 2% corresponde a Reino Unido, cerca del 1% a Nueva Zelanda, y el resto se reparte en otros lugares del mundo, mientras que el capital total no declarado en el exterior de argentinos ronda los u$s400.000 millones, según estimaciones de Tax Justice Network.
"Argentina, actualmente, accede -bajo diversos esquemas- a información de setenta países. Hay acuerdos cerrados de intercambio con veinte estados, entre ellos Uruguay, Chile, Perú, España, Islas Caimán, Costa Rica y Bahamas. También existen convenios para evitar la doble imposición -que una empresa tribute en dos países por el mismo concepto- con otros 16, y 53 gobiernos adhirieron a la Convención Multilateral de la OCDE que promueve el cruce de datos", explicó Horacio Curien, subdirector general de Fiscalización de la AFIP. Es en este último grupo que se encuentra Estados Unidos, destino elegido por muchos argentinos para resguardar su dinero, Pero ese país aún tiene que ratificar el convenio. "De todas formas, nosotros ya contamos con bases de datos norteamericanas, por ejemplo, de inmuebles en Miami y controlamos que hayan sido declaradas en la Argentina", agregó.
Con respecto a Suiza, el hombre de la AFIP señaló que existe un diálogo con las autoridades de ese país. "Ellos están interesados en acuerdos para evitar que sus empresas sufran una doble imposición y nosotros buscamos datos de nuestros contribuyentes, y esos temas ya se trataron en reuniones", subrayó.

Acerca de Uruguay, los pedidos de informes deben realizarse caso por caso. Para obtener documentación, el fisco debe justificar que el contribuyente está bajo inspección y que el fin es la recaudación. Con España la trasmisión de datos es automática y de manera electrónica.

"LAS PRIMARIAS SON ANTIDEMOCRÁTICAS"



Por Federico Gastón Addisi
Candidato a Diputado Nacional por Capital Federal (Partido FE)

Una de las propuestas que llevaré al Congreso en caso de resultar elegido, es la definitiva eliminación del sistema de elección primaria, conocidas popularmente como “PASO”.

Este sistema, calcado del modelo que se implementa en los EEUU, desconoce las diferentes idiosincrasias de la sociedad argentina y norteamericana, y lo que es peor, los vicios de la dirigencia política nacional. Lo que ya sería suficiente para dudar de su eficacia. Si a eso agregamos que las PASO fueron sancionadas en un trámite exprés del Congreso en 2009, sin consenso alguno, con un claro sesgo autoritario por parte del gobierno que sin sonrojarse proclamó por aquél entonces que las primarias que instauró Cristina Kirchner eran "la mayor conquista de la democracia", empiezan a sobrar las palabras.

Pero además, hay que denunciar con todas las letras que dicho sistema es profundamente antidemocrático y claramente favorece a los partidos mayoritarios. La condición de alcanzar el 1,5% del total de sufragantes para poder estar habilitados a la elección definitiva, priva a los electores de poder elegir a sus representantes, si es que lo mismos  no alcanzaron dicho porcentaje. Y eso sólo les deja margen para  “optar” entre las fuerzas mayoritarias, o votar en blanco. ¿Esto es democracia? Y vaya paradoja… el gobierno “nacional y popular” que dice haber hecho más que nadie por el respeto a las minorías se burla –ave César- de ellas en el proceso eleccionario.

Y por supuesto, desde el Estado se cuidan de dar a conocer a los ciudadanos el costo que dicho festival de “listas y boletas” –que tampoco resuelve las internas de los partidos políticos ya que los mismos constituyen frentes de dudosa unidad de concepción, y ninguna coherencia ideológica, con tal de evitar dichas “internas” y el temido cadalso de caer bajo el 1,5%- significa para los bolsillos de los contribuyentes. Por lo que tenemos que remitirnos a la cifra del 2011, en la que se gastaron nada menos y nada más que 150 millones de pesos…¿cuánta obra pública podría hacerse con este dinero? ¡Y ni hablar de la posibilidad del trastorno de tener que votar 2, 3, o hasta 4 veces en un año!

Finalmente, la Ley 26.571 arrastra vicios desde su sanción, como ser la distribución de los aportes públicos para la impresión de boletas y pautas publicitarias de los diferentes partidos, todo esto en manos del Ministerio del Interior. Y claro está, en dicha norma ni se hace mención del instrumento que desde nuestro espacio, que lleva a Gerónimo Venegas como diputado nacional por la provincia de Buenos Aires, venimos reclamando, esto es el voto electrónico, única garantía de transparencia e igualdad de condiciones para todos… y “todas”.

FEDERICO GASTON ADDISI